El sufrimiento de los cubanos se extiende
y profundiza. La semana pasada escuchamos el ruego desesperado de un padre cubano, Pedro Andrés Ferrera, cuyo hijo de 21 años,
Yuselin Ferrera Espinosa, está siendo torturado en el hospital psiquiátrico “San Luís” de Sagua la Grande.
Yuselin Ferrera Espinosa es un joven de 21 años de edad, condenado a prisión
en varias ocasiones por la tiranía de los hermanos Castro. En estos momentos cumple una sanción de 4 años en los calabozos
totalitarios por el supuesto delito de “peligrosidad”. El joven activista en favor de la democracia apoyó la campaña
pacífica de “Yo no coopero con la dictadura; yo sí quiero el cambio”.
Nos continua diciendo su padre, Pedro Andrés Ferrera, que debido a
la postura contestataria de su hijo, ha sido trasladado al hospital psiquiátrico “San Luís” de Sagua la Grande,
donde lo mantienen en una celda y es atendido por supuestos médicos que lo atormentan con interrogatorios continuos con el
objetivo de cambiarle su forma de pensar para que renuncie a sus creencias pro-democráticas.
Pedro Andrés Ferrera, el padre de Yuselin, y el resto de sus familiares
se encuentran desesperados tras la conmovedora expresión del joven patriota Yuselin durante la más reciente visita que le
hicieron familiares. Delante de varias personas y de forma desesperada, Yuselin gritó que lo sacaran de ahí porque lo estaban
volviendo loco. Agrega Pedro Andrés Ferrera que el tratamiento impuesto a su hijo es una tortura permanente y psicológica
por la que responsabiliza al régimen totalitario cubano y particularmente a la Seguridad del Estado, de las consecuencias
que ésta tortura pueda conllevar para su hijo. Para agravar la situación, al joven activista en favor de la democracia lo
tienen rodeado de pacientes con problemas mentales y presos con un alto historial delictivo, lo cual incide en la seguridad
y estabilidad emocional de Yuselin Ferrera.
Yuselin Ferrera Espinosa representa lo mejor de la juventud
cubana. Realmente, encarna y personifica lo mejor de la nación cubana. A pesar de cinco décadas de represión totalitaria,
de destrucción casi total y absoluta de la nación, de degradación, afrenta y discriminación, el pueblo cubano sigue de pie.
De eso no puede haber mayor prueba que el ejemplo heroico de la vida de ese joven líder, Yuselin Ferrera Espinosa.
En el Congreso de Estados Unidos, yo tomaré
la palabra para unirme a la familia de Yuselin Ferrera Espinosa y responsabilizar a la tiranía de los Castro y a sus secuaces
de la llamada “Seguridad del Estado” por lo que le pueda suceder al joven patriota cubano.
Que no piensen ni por un instante los carceleros
y torturadores de Yuselin Ferrera que nos vamos a olvidar jamás de éste crimen, ni que éste crimen proscribirá.